El pesebre
Historia
Dios mismo inventó el pesebre, porque Él quiso que Su Hijo naciera en una modesta pesebrera de Belén, rodeado de unos humildes pastores, de animales y de la naturaleza.
Se cuenta que San Francisco de Asís hizo una representación en vivo del nacimiento de Jesús en el año 1223, instaurando una costumbre primero entre los franciscanos y luego entre las monjas clarisas.
Desde Europa esa tradición llegó a América. En el siglo XVII comenzó a hacerse costumbre en las iglesias de nuestro continente la instalación de un pesebre con figuras frente a los altares.
A las imágenes de la Virgen, San José y el Niño, se agregaban los Reyes Magos y los pastores y algunos animales.
Toda la comunidad ayudaba a prepararlo con tierra, ripio, arena, género, arpillera encolada y aserrín, entre otros materiales.
Historia
Dios mismo inventó el pesebre, porque Él quiso que Su Hijo naciera en una modesta pesebrera de Belén, rodeado de unos humildes pastores, de animales y de la naturaleza.
Se cuenta que San Francisco de Asís hizo una representación en vivo del nacimiento de Jesús en el año 1223, instaurando una costumbre primero entre los franciscanos y luego entre las monjas clarisas.
Desde Europa esa tradición llegó a América. En el siglo XVII comenzó a hacerse costumbre en las iglesias de nuestro continente la instalación de un pesebre con figuras frente a los altares.
A las imágenes de la Virgen, San José y el Niño, se agregaban los Reyes Magos y los pastores y algunos animales.
Toda la comunidad ayudaba a prepararlo con tierra, ripio, arena, género, arpillera encolada y aserrín, entre otros materiales.
En Chile, progresivamente se incluyeron algunos elementos propios de nuestra cultura y geografía: trigo en fuentes de greda con tierra, canastos de mimbre, chupallas, frutos secos, etc. En algunos lugares se ponían juguetes tradicionales junto al niño (trompos, emboques, runrunes, caballitos de madera, matracas, palitroques, carretillas).
Frente al pesebre las familias dejaban regalos: primero eran los productos de las mismas familias (frutas, verduras, platos de comida). Luego regalos para los niños de menos recursos.
Hoy, en muchas iglesias las comunidades se esmeran por preparar un bello pesebre usando todo tipo de materiales, bambú, piedras, plantas, arena, tierra, etc.
Pero también esta tradición ha llegado a los hogares. En muchas familias progresivamente el pesebre ha pasado a convertirse en el símbolo principal de la Navidad. El árbol y los demás adornos tienen sentido cuando miran hacia el pesebre: cuando miran hacia Jesús.
Materiales
Las figuras del pesebre se pueden adquirir en centros artesanales o bien se pueden preparar en casa con papel y pegamento.
Aquí presentamos una Galería de imágenes para recortar.
Figuras del pesebre
- El Niño Jesús (suele colocarse el día 24 de diciembre)
- La Santísima Virgen
- San José
- Pastores (uno a tres)
- Reyes Magos: Melchor, Gaspar y Baltasar
- Animales: un burrito, un buey, ovejas, uno o dos camellos. También se puede incluir gallos, gallinas, patos, conejos.
- Estrella de Belén
- Ángeles
Colocando las figuras en el pesebre
- Se pueden poner todas las figuras desde el primer día, exceptuando la imagen del Niño, que suele ponerse el día 24 por la noche.
- Se pueden poner las figuras en los últimos nueve días, junto al rezo de la novena
- Se pueden poner todas las figuras desde el primer día, exceptuando la imagen del Niño, que suele ponerse el día 24 por la noche.
- Se pueden poner las figuras en los últimos nueve días, junto al rezo de la novena
- Día 1 Estrella de Belén
- Día 2 Burro (puede ser junto al perro y el gato de las imágenes)
- Día 3 Buey (puede ser junto a las llamas de las imágenes)
- Día 4 Ovejas
- Día 5 Los Pastores (pueden ser los campesinos)
- Día 6 Los Reyes Magos (y sus camellos)
- Día 7 San José
- Día 8 La Santísima Virgen
- Día 9 El Niño Jesús
Completando el pesebre: ¡Jesús ha nacido!
El 24 de diciembre, después de haber participado en la Misa del Gallo, la familia regresa al hogar y se vive en familia solemnemente el momento en que la figura del Niño Jesús se coloca en el pesebre.
Ojalá la imagen del Niño (debidamente guardada en un lugar importante que todos recuerdan) sea llevada en sus manos por la persona más pequeña del hogar (si no hay hijos, pueden llevarlo juntos los padres) y colocada en el pesebre.
Los demás pueden acompañar cantando Noche de Paz, Gloria cantan en el cielo, u otro villancico.
Es importante guardar este momento en la galería de momentos importantes familiares. Por eso si se puede filmar o tomar fotos, bienvenido.
Una vez que se completa el pesebre, se recomienda no desarmarlo al menos hasta la fiesta de la Epifanía.
La verdadera historia del Árbol de Navidad...
Cuando la guatita de la Virgen María estaba muy muy grande porque estaba a punto de nacer Jesús, el Padre Dios hizo saber esta gran noticia a muchos seres vivientes.
A través de los ángeles y de la estrella, fueron invitados unos magos de oriente; unos humildes pastores, muchos animales y también toda la naturaleza.
Un pino muy pequeño estaba muy lejos de Belén cuando oyó este maravilloso anuncio. A pesar de la gran distancia, decidió ponerse en camino.
El pinito recorrió varias ciudades, cruzó bosques y montañas, enfrentó un calor sofocante y otras muchas dificultades.
Una noche, el árbol ya no sabía en qué lugar se encontraba. Y el pobre estaba tan cansado de tanto caminar, desanimado, sediento, con sus ramas lacias y sus colores pálidos, que no podía continuar su marcha.
De pronto, comenzó a caer una lluvia de estrellas desde el cielo sobre sus marchitas ramas. La última estrella, que era la más grande de todas y tenía un brillo muy especial, se posó sobre la punta del pino.
El arbolito miró a su alrededor: estaba frente a un pesebre muy humilde, y un bebé recién nacido le miraba y le sonreía ¡Había llegado a Belén, y era el Niño Dios quien le dedicaba su eterna sonrisa!
Desde entonces, los pinos se llenan de estrellas y de hermosas figuras cada Navidad, para recordarnos a todos que lo más importante de esta fiesta es que el Niño Jesús nos sonríe.
Cuando la guatita de la Virgen María estaba muy muy grande porque estaba a punto de nacer Jesús, el Padre Dios hizo saber esta gran noticia a muchos seres vivientes.
A través de los ángeles y de la estrella, fueron invitados unos magos de oriente; unos humildes pastores, muchos animales y también toda la naturaleza.
Un pino muy pequeño estaba muy lejos de Belén cuando oyó este maravilloso anuncio. A pesar de la gran distancia, decidió ponerse en camino.
El pinito recorrió varias ciudades, cruzó bosques y montañas, enfrentó un calor sofocante y otras muchas dificultades.
Una noche, el árbol ya no sabía en qué lugar se encontraba. Y el pobre estaba tan cansado de tanto caminar, desanimado, sediento, con sus ramas lacias y sus colores pálidos, que no podía continuar su marcha.
De pronto, comenzó a caer una lluvia de estrellas desde el cielo sobre sus marchitas ramas. La última estrella, que era la más grande de todas y tenía un brillo muy especial, se posó sobre la punta del pino.
El arbolito miró a su alrededor: estaba frente a un pesebre muy humilde, y un bebé recién nacido le miraba y le sonreía ¡Había llegado a Belén, y era el Niño Dios quien le dedicaba su eterna sonrisa!
Desde entonces, los pinos se llenan de estrellas y de hermosas figuras cada Navidad, para recordarnos a todos que lo más importante de esta fiesta es que el Niño Jesús nos sonríe.
© Iglesia.cl
CON AMOR, MARIAM...
No hay comentarios:
Publicar un comentario
GRACIAS POR TU COMENTARIO, PRONTO ESTAREMOS COMUNICANDONOS CONTIGO...
CON AMOR, MARIAM...