DIVINO JESÚS
Por una grave necesidad
Por una grave necesidad
Se sugiere rezar esta oración cuando surja algún problema. Puede rezarse en forma de Triduo o Novena, o por un tiempo indeterminado. Se aconseja que, para rezarla con mayor provecho, se reciban los Sacramentos de la Confesión y Comunión.
Oh Divino Jesús que dijiste: "Pedid y recibireis; buscad y
encontrareis; llamad y se os abrirá; porque todo el que
pide recibe, y el que busca encuentra y a quien llama se
le abre". Mírame postrad@ a tus plantas suplicándote
me concedas una audiencia. Tus palabras me infunden confianza,
sobre todo ahora que necesito que me hagas un favor:
(Se ora en silencia pidiendo el favor).
¿A quien he de pedir, sino a Tí, cuyo corazón
es un manantial inagotable de todas las gracias
y dones? ¿Dónde he de buscar, sino en el tesoro
de Tu Corazón, que contiene todas las riquezas
de la Clemencia y Generosidad Divinas? ¿A dónde
he de llamar sino a la puerta de ese Corazón Sagado,
a través del cual Dios viene a nosotros, y por medio
del cual vamos a Dios?.
A ti acudimos, Oh Corazón de Jesús, porque en Tí
encontramos consuelo, cuando afligidos y perseguidos
pedimos protección; cuando abrumados por el peso
de nuestra cruz, buscamos ayuda; cuando la angustia,
la enfermedad, la pobreza o el fracaso nos impulsan
a buscar una fuerza superior a las fuerzas humanas.
Creo firmemente que puedes concederme la gracia
que imploro, porque tu Misericordia no tiene límites
y confío en que Tu Corazón compasivo encontrará
en mis miserias, en mis tribulaciones y en mis angustias,
un motivo más para oir mi petición.
Quiero que mi corazón esté lleno de la confianza
con que oró el Centurión Romano en favor de su Criado;
de la confianza con que oraron las Hermanas de Lázaro,
los Leprosos, los Ciegos, los Paralíticos que se acercaban
a Tí porque sabían que tus oídos y Tu Corazón estaban
siempre abiertos para oir y remediar sus males.
Sin embargo... dejo en tus manos mi petición,
sabiendo que Tu ves las cosas mejor que yo;
y que, si no me concedes esta gracia que te pido,
si me darás en cambio otra que mucho necesita mi alma;
y me concederás mirar las cosas, mi situación,
mis problemas, mi vida entera, desde otro ángulo
con más espíritu de fe.
Cualquiera que sea Tu decisión, nunca dejaré de amarte,
adorarte y servirte, oh buen Jesús.
Acepta este acto mío de perfecta adoración y sumisión
a lo que decrete Tu Corazón Misericordioso.
Amén
Padre Nuestro. Ave María. Gloria al Padre.
Sacratísimo Corazón de Jesús, en Vos Confío. (3 veces)
DIOS CONTIGO
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