Carta de Leopoldo López adverte Maduro
Esta carta que escribo desde mi celda en Ramo Verde, va dirigida a Nicolás Maduro, quien ya nadie duda se ha convertido en el dictador de Venezuela.
Esta carta que escribo desde mi celda en Ramo Verde, va dirigida a Nicolás Maduro, quien ya nadie duda se ha convertido en el dictador de Venezuela.
La grave crisis por la que hoy atraviesa nuestro país, no es culpa del pueblo, ni de los que que apoyan al régimen, ni de los que lo oponemos. La culpa, Maduro, es tuya y del sistema ineficiente, corrupto y antidemocrático que diriges.
Encerrado y aislado, pero fuerte y firme como lo está el pueblo venezolano que ha expresado su indignación en protestas masivas de calle durante más de un mes, te invito a que desde la soledad del poder de quien no tiene la capacidad de conducir los destinos de la nación y solo le ha quedado la represión y la violencia, a que pienses como sería Venezuela si tu renunciaras.
Maduro, si tu renunciaras, le abrirías un camino pacífico a todos los venezolanos, a los que apoyaron a Chávez y a quienes lo opusimos, para transitar juntos, desde el reconocimiento y aceptando nuestras diferencias, hacia una verdadera democracia en donde todos estemos representados y protegidos en igualdad de condiciones por la constitución, las leyes y las instituciones garantes de su cumplimiento.
Si tu renunciaras, podríamos avanzar hacia un sistema de justicia, respetuoso de los Derechos Humanos y justo para todos sin exclusión ni privilegios.
Si tu renunciaras, tendríamos la oportunidad de enterrar la impunidad para así cosechar la seguridad, la paz y la tranquilidad que tanto deseamos los venezolanos.
Si tu renunciaras, el país entero, podría ponerse a trabajar en la construcción de una economía fuerte, hecha en Venezuela y para los venezolanos, fuente de prosperidad y progreso para todos, y poder así superar la desigualdad y la pobreza en paz y en
democracia.
Si tu renunciaras, podríamos emprender una lucha frontal en contra de la corrupción que alguna vez denunciaste y que hoy callas o te has hecho cómplice. Si tu renunciaras, podríamos tener un país verdaderamente soberano, libre de intereses extranjeros y especialmente de la humillante influencia y sumisión al régimen
cubano.
Si tu renunciaras, tendríamos la obligación de fortalecer nuestra Fuerza Armada Nacional, para que todos los venezolanos nos veamos representados en su uniforme y orgullosos de su desempeño, librado, como obliga la constitución de parcialidad y
militancia política.
Desde la cárcel le pido a Dios que te ilumine para que des el paso valiente y patriota de renunciar y así abrirle el paso a un mejor futuro para todos los venezolanos, en especial a nuestros jóvenes que hoy, asfixiados por tus bombas lacrimógenas y por la incertidumbre que representas han salido a las calles a protestar, y a luchar por un cambio.
Pero también quiero decirte, a tí y a los que te acompañan, que de no dar el paso que te corresponde, nos tendrás a millones de venezolanos en las calles y fuera de ella, luchando para lograr el cambio político que nos corresponde como derecho cuyas vías consagra nuestra constitución.
La primera solución la tienes en tus manos, pero debes estar claro, muy claro, que no eres dueño de Venezuela y mucho menos de nuestro futuro. Somos herederos de Bolívar y de nuestros libertadores, también somos herederos de quienes lucharon para derrocar la dictadura de Pérez Jiménez, pero sobre todo somos responsables por nuestros hijos y su futuro.
¿Cuántos asesinatos más? Cuanta más represión?. Quizás piensas que encarcelando a Daniel Ceballos y a Enzo Escarano allanando la inmunidad de María Corina y amenazando al pueblo, lograrás someter y aplacar la indignación que hoy ha tomado las calles.
Te equivocas, no te tenemos miedo ni a ti, ni a tus tanquetas, ni a tu justicia injusta, ni a tus mentiras.
El pueblo ha perdido tanto que perdió el miedo.
Por Venezuela, por nuestros hijos.
Fuerza y Fé
Leopoldo López
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