LA «DIDAJÉ»
La Didajé o Doctrina de los Doce Apóstoles -el
término griego Didajé significa doctrina- constituye, sin lugar a dudas,
uno de los descubrimientos literarios más importantes de los tiempos
modernos. Olvidada durante siglos en antiguas bibliotecas, esta obra fue
descubierta en Constantinopla en el año 1873 por el arzobispo Filoteo
Briennios.
Además de este texto griego descubierto por Briennios, se conservan
fragmentos de traducciones al latín, árabe, copto, georgiano y siríaco.
Desde su publicación diez años más tarde, esta obra ha sido objeto de
numerosos estudios y motivo de largas controversias. Su fecha de
composición es del todo insegura, y algunos piensan que fue escrita aún
antes de la destrucción de Jerusalén en el año 70 (Audet) mientras que
otros opinan que pertenece al siglo tercero (Colson). De hecho, parece
haber sido escrita a fines del siglo primero o principios del segundo,
aunque utilizando algunos materiales anteriores. Su lugar de composición
sería entonces alguna pequeña comunidad de Siria o Palestina, apartada
de las corrientes centrales del pensamiento cristiano.
J. González
Padre griego
Año de referencia: 100
Año de referencia: 100
El índice del códice en que fue hallada
la Didaché cita
esta en la forma abreviada: Διδαχή των δώδεκα αποστόλων,
el título completo de la obra es Διδαχή του Κυρίου δια
των δοδεκα αποστόλων τοις εθνεσιν, o sea: ?La instrucción del Señor a
los gentiles por medio de los doce Apóstoles? Este último parece haber sido el
título primitivo. El autor no revela su nombre. Pero sería aventurado suponer,
como lo hiciera Duchesne, que el título quiera indicar una paternidad
apostólica. El texto no justifica semejante conjetura en manera alguna. La
intención del autor de la obra fue evidentemente dar un breve resumen de la
doctrina de Cristo tal como la enseñaron los Apóstoles a las naciones. Esto
explicaría su título.
La Didaché es
el documento más importante de la era post-apostólica y la más antigua fuente
de legislación eclesiástica que poseemos. Hasta el año 1883 era totalmente
desconocida. La publicó ese año el metropolita griego de Nicomedia, Piloteo
Bryennios, de un códice griego en pergamino (1057) del patriarcado de
Jerusalén. Desde entonces, y gracias a este documento, se han dilatado y
profundizado de manera sorprendente nuestros conocimientos sobre los orígenes
de la Iglesia. Los sabios, atraídos constantemente por el rico contenido de
esta obra, han encontrado en ella estímulo y luces siempre nuevas.
A juzgar sólo por el título, uno podría creer
que la Didaché contiene
la predicación evangélica de Cristo; vemos, en cambio, que es más bien un
compendio de preceptos de moral, de instrucciones sobre la organización de las
comunidades y de ordenanzas relativas a las funciones litúrgicas; tenemos aquí
un conjunto de normas que nos ofrecen un magnífico cuadro de la vida
cristiana en el siglo II. Esta obra viene a ser de hecho, el código
eclesiástico más antiguo, prototipo venerable de todas las colecciones
posteriores de Constituciones o Cánones apostólicos con que
empezó el derecho canónico en Oriente y Occidente. (Quasten)
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