MADURO Vs OPOSICIÓN
Probablemente el presidente Maduro esté pagando los platos rotos
de ser el delfín del ex Presidente Chávez, pero sin su carisma y
popularidad, porque las críticas que la oposición que salió a las calles
le hace al presidente, son las mismas que se le hacían a Chávez, pero
en este caso, la falta de un líder de real peso como Chávez hace más
fácil una asonada, que tiene bases sociales y de influjo de la
oposición.
La situación de movilización en las calles que se registró es una fase
aguda de un conflicto crónico, que es el real punto a solucionar.
Fuentes: Fides, Insight Crime, Tempi
LO QUE SUCEDE
“En Venezuela chocan dos extremos, uno el del ala radical del chavismo y otro el del ala radical de la oposición”, dice Maurizio Stefanini, veterano periodista de América del Sur para Il Foglio, Libero y Limes.
“Las protestas contra Maduro surgen de
una elite estudiantil cansada de no tener un futuro a menos llegar a un
acuerdo con el chavismo”.
En estos 20 días de protestas contra el presidente Nicolás Maduro, de
acuerdo con cifras oficiales, una decena de muertos y mas de una
centena de heridos, por no hablar de la censura de los medios de
comunicación de la oposición y la expulsión de periodistas extranjeros
(cuatro de CNN), de Caracas acusados de “propaganda de guerra.”
“Ciertamente, la violencia es mayor en
el frente chavista, que está armado y mata. Pero la oposición ha
despertado una especie de espíritu de emulación de las protestas en
Ucrania para dar una sacudida mortal al gobierno de Nicolás Maduro”, observa Stefanini.
Venezuela está gobernado mal: altísima
inflación (56,2%), corrupción, carencia de las necesidades básicas,
tales como papel, un muy alto nivel de violencia y crimen. En 2013, hubo
23.763 homicidios, un promedio de uno cada 20 minutos.
Además,
Maduro es un personaje que distribuye
paquetes de comida y puestos de trabajo para sus partidarios. Los
manifestantes contra el gobierno son a menudo despedidos y sustituidos
por pro-Chávez. Ningún otro país de América del Sur ha intervenido para
corregir Maduro, ya que se apoyan entre sí.
En Venezuela el problema también son armas que circulan con facilidad.
El régimen de Maduro se hizo aún peor
que Chávez, que en algunas ocasiones ya tenía el recurso a la
expropiación militar de los negocios y habían impedido el libre
comercio. Para trabajar es esencial adherirse al chavismo: los que
habían participado en el referéndum para derrocar a Chávez, por ejemplo,
han sufrido represalias. Las listas de los firmantes para el referéndum
se han utilizado para despedir a aquellas personas o excluirlas del
sistema de bienestar.
Las protestas partieron de los
estudiantes, y luego fueron a los miembros de la élite, mientras que
otros sectores de la población de la clase media baja, están a favor de
Maduro. Muchos empresarios de clase media, de hecho, se han convertido
en ricos gracias a Maduro. Todos los países de América del Sur tienen el
problema de la economía en negro, o “economía informal”, en Venezuela
sucede lo mismo. Aproximadamente el 40-50 por ciento de la población
está formada por personas que viven en la economía informal, que
llegaron desde el campo, que ahora vive en el “ranchos”, las favelas de
la periferia de la ciudad. Con la crisis del petróleo de los años 90,
esta población ha crecido más y Chávez llegó al poder gracias a
ellos. El problema es que esta población no se ha beneficiado de un
crecimiento real del país, sino que la distribución de los recursos se
ha clientelistica. La protesta estudiantil de hoy nació, un poco como
las protestas europeas del 68, por el deseo de los jóvenes educados de
oponerse al sistema de gobierno porque están cansados de no tener un
futuro.
Mi impresión también es que estas
protestas pueden tener un componente también de una maniobra de la
oposición interna. El candidato presidencial de la oposición Henrique
Capriles ha impuesto una línea moderada, tratando de evitar la
confrontación para evitar arruinar el país. Pero gente como Leopoldo
López o Corina Machado han considerado que esta línea fracasó y es
posible que por este motivo la protesta de estos días se haya vuelto más
radical.
LA CULPA
Maduro le echa la culpa de los disturbios a los paramilitares narcotraficantes colombianos de los disturbios civiles en la región fronteriza, una afirmación que
no tiene mucho sentido a pesar de que acierta en que estos grupos
han establecido una sólida presencia en la zona.
El presidente Nicolas Maduro también atribuyó los problemas de la
ciudad y del estado de Táchira a un “ataque fascista”, en el que el
alcalde local, que pertenece a la oposición, estaría trabajando en
coordinación con paramilitares y bandas criminales de Colombia, informó El Colombiano.
“Nos quieren traer la violencia de narcotraficantes y paramilitares para acá”, dijo Maduro.
El alcalde de San Cristóbal, Daniel Ceballos, negó que las protestas
estuvieran influenciadas por grupos armados y culpó al gobierno por su
presencia, informó Panorama.
“El único que tiene el control en la frontera es el gobierno, y si han ingresado paramilitares ellos son los responsables”, dijo.
Maduro está en lo cierto en que los grupos narco-paramilitares,
llamados BACRIM por el gobierno colombiano, tienen presencia en San
Cristóbal y Táchira.
Sin embargo, las BACRIM tienen poco interés en la política cuando va
más allá de su capacidad de obtener beneficios mediante el crimen. No
tienen ninguna disputa ideológica con el Estado venezolano, el cual
puede ser considerado amigo o enemigo, dependiendo de los contactos
corruptos que maneje el grupo.
La presencia de las BACRIM en la región también palidece en
comparación con la de los grupos guerrilleros, las Fuerzas Armadas
Revolucionarias de Colombia (FARC) y el Ejército de Liberación Nacional
(ELN). Ambos han operado con el permiso tácito y el apoyo, a veces
secreto, del gobierno venezolano, sin embargo, también es poco probable
que estos tengan la intención de involucrarse en la política local, en
cualquiera de los lados de la confrontación.
Una explicación mucho más probable de la militarización de la región
es que no sólo es un foco de protesta, sino que también es un bastión de
la oposición política.
DIÁLOGO
El Cardenal Jorge Urosa Savino, Arzobispo de Caracas, ha exhortado al
Presidente Nicolas Maduro a reconocer los graves problemas del país.
El prelado ha afirmado que
“el diálogo sería un gran paso, pero
por otra parte es necesario que se reconozca que hay muchos problemas
graves en el país y que deben ser resueltos, la solución la tiene en sus
manos el gobierno nacional”, ha dicho el Cardenal según la nota enviada a la Agencia Fides por una fuente local.
El cardenal ha citado una reciente declaración de la Conferencia
Episcopal Venezolana (CEV) en la que los obispos exhortan al gobierno a
afrontar las “justas reclamaciones y exigencias” de los
estudiantes que protestan. Luego ha recordado que el derecho a
manifestar está consagrado en la Constitución pero subrayando que
“las manifestaciones deben ser pacíficas pero cuando haya que custodiarla y contenerla tiene que hacerse sin excesos”.
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