NUESTRA SEÑORA DOLOROSA DEL GIMIGLIANO, ITALIA
El 18 de abril de 1948 la Santísima Virgen apareció por primera vez a
Anita Federici, de trece años de edad, campesina que sufría de una
enfermedad de los ojos.
La Madonna invitó a Anita, que estaba recogiendo leña al lado
de una gruta en la piedra, a orar por la conversión de los pecadores,
hablando en dialecto local. María volvió otras 25 veces, hasta que, el
23 de mayo de 1948, le dio la corona de la penitencia y del dolor.
Las apariciones de Nuestra Señora fueron precedidas por las
de un ángel en los días 3,4,9,10 y 11 de abril de 1948. El ángel tenía 5
o 6 años, era muy bonito y lleno de luz, recomendó a la vidente orar
mucho e ir al Padre Pío.
En la noche del 18 de abril de 1948 Anita fue al lugar donde
había aparecido el ángel, cuando la Virgen, rodeada por cuatro ángeles,
apareció de repente. Sonriente, mientras que la vidente tenía miedo.
María le hizo señas que se acercara y, a continuación le acarició el
cabello. A continuación, le dio tres secretos y muchos más secretos el
ángel. También dicta los nombres de los niños que serán invitados a
rezar en el sitio.
Anita trató de hacerse monja, pero su salud se lo impidió. Se casó con el maestro de primaria Ruggeri Fiero, pasando definitivamente a vivir en Pescarolo de Cremona.
Giacinto Perato di Rollo, de 50 años, la noche del 3 de abril de 1671, después de trabajar todo el día en campaña, llamó a su esposa diciendo que su brazo estaba herido. El brazo izquierdo estaba muerto, insensible a pellizcos y pinchazos médicos. Luego de varios consejos para su curación, no se obtuvo resultado.
Pocos días después, el 18 de abril, teniendo su brazo en cabestrillo,
tomó su asno para pastorear en el área de la localidad de Armea. Y
sucedió una cosa singular que describió con estas palabras:
“Unas horas antes del mediodía, a pocos pasos delante de mí, vi a una mujer vestida de turquesa que brillaba como el sol … Ella me dijo que me encomendara a la Madonna que me ayudará.”
“Unas horas antes del mediodía, a pocos pasos delante de mí, vi a una mujer vestida de turquesa que brillaba como el sol … Ella me dijo que me encomendara a la Madonna que me ayudará.”
También pidió información de su enfermedad y le dijo que en la
próxima semana fuera al santuario a pedir la gracia de la curación. La
mujer dijo que cuando hay una importante tarea, no se debe dejar pasar
el tiempo. Luego le dijo que fuera a la Madonna della Rovere a cumplir
el voto que había hecho. En su corazón pensó que esta mujer era la
Virgen María, Ella se marchó por las montañas, mientras había llegado
por mar.
Muchos más milagros habían sido atribuidos a la Virgen en 1608, en
aquel año, la Virgen apareció en la ventana del campanario de la
iglesia.
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