¿CUÁL ES LA DIFERENCIA ENTRE CONFESIÓN Y DIRECCIÓN ESPIRITUAL?
No son lo mismo pero se complementan y en parte se superponen.
La confesión y la dirección espiritual son como círculos que se
superponen parcialmente: comparten algunas características comunes, pero
sus centros, sus esencias, son distintos.
Fuente: RC Spiritual Direction
La esencia de la confesión es la gracia sacramental que Cristo da a
nuestra alma a través del ministerio de su sacerdote. Cuando abrimos
nuestros corazones a él a través de un sincero arrepentimiento y la
confesión sincera de nuestros pecados en el sacramento de la
reconciliación, recibimos una infusión de la gracia que perdona nuestros
pecados, fortalece nuestra debilidad espiritual (especialmente en
relación con las conductas que confesamos), y aumenta el lazo de nuestra
amistad sobrenatural con Cristo. Aumenta además las virtudes
sobrenaturales de la fe, la esperanza y la caridad. En la confesión,
Dios actúa en nuestra alma en la forma en que un cirujano actúa sobre un
paciente: directamente, profundamente, de manera que nunca podríamos
reproducirlo por los esfuerzos meramente naturales.
Es por eso que no hay que preocuparse, incluso si el sacerdote que
escucha nuestra confesión es taciturno, sordo, gruñón, en pecado
mortal. El sacerdote es instrumento de gracia de Dios dentro de este sacramento, no la fuente de esa gracia.
La esencia de la dirección espiritual es un consejo sólido. El director espiritual
nos ayuda a ver más claramente lo que Dios nos pide y cómo actúa en
nuestras vidas. El director también nos ayuda a ver de manera objetiva
la calidad de nuestra respuesta a Dios: ¿Estamos siendo dóciles y
humildes, o estamos simplemente engañandonos a nosotros mismos para
hacer lo que nos da la gana? El director espiritual es como el terapeuta
físico que nos ayuda a identificar los ejercicios que debemos estar
haciendo para crecer espiritualmente, y luego nos ayuda a ajustar
nuestro programa espiritual de trabajo con el fin de mantenernos
efectivo y en la pista. Este es un consejo muy valioso, pero es
notablemente diferente al cirujano que realmente reconstruye una rotura
de ligamentos o reconstruye un pulmón roto.
Esta es una de las razones por las que nada inhibe a los laicos para
se conviertan en excelentes directores espirituales. La ordenación no es
necesaria, sólo una sólida formación en teología espiritual, una amplia
experiencia personal en la vida espiritual y los dones del Espíritu Santo de conocimiento, discernimiento y consejo.
Pero Dios ha reservado el sacramento de la confesión a sus sacerdotes
ordenados, con el fin de garantizar que actúa directamente en el mismo.
Tenga en cuenta la diferencia esencial entre la confesión y la dirección
espiritual. Si lo hace, entonces la superposición de características
secundarias, puede tomar tantas formas diferentes, siempre para mejorar y
nunca confundir su experiencia de ambas.
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