LOS PADRES QUE NO DAN AFECTO SUFICIENTE A SUS HIJOS PUEDEN SER ENCARCELADOS
La “ley de la Cenicienta” está siendo discutida en Gran Bretaña.
Las sociedades occidentales están pasando por un período de
aumento de la intromisión del estado en la vida privada. Se está
desarrollando la tendencia a ver al estado como una niñera, que debe
cuidar a cada ciudadano. Sin embargo, a pesar de las loables
intenciones, esto es fácil que degenere en la pretensión de
uniformización de las conductas, restando libertad a los ciudadanos. Y
en el peor de casos, esto puede degenerar en herramientas de control
social y político.
Fuentes: Tempi
Ahora la “crueldad emocional” podría
convertirse en un delito en Gran Bretaña. El proyecto de ley, que se lo
conoce comúnmente con el nombre de “Ley de la Cenicienta”, está
en estudio en el parlamento británico. El objetivo de la norma es
proteger a los niños que no reciben suficiente amor y afecto, condenando
a los padres culpables a penas de hasta diez años de prisión.
El gobierno ha confirmado que la medida será mencionada en el discurso de la Reina en junio. La asociación para la infancia Action for Children, que desde 2012 ha promovido la campaña para reformar la ley penal, saludó la propuesta como “un paso adelante”, porque la “negligencia emocional” será tratada como el abuso físico o sexual.
La ley es controversial, ya que es difícil determinar la “falta de amor” o el daño al “desarrollo emocional” del niño.
La norma también podría ser utilizada como un arma durante la
separación de una pareja y los jueces tienen amplios márgenes de
discrecionalidad, mientras que la ley inglesa estipula actualmente que
la negligencia afectiva de un padre tiene que ser demostrada con
actitudes concretas o abuso físico.
El diputado Tory Philip Davis dijo que
“nadie quiere tolerar el alto nivel de
maltrato que sufren algunos niños. Pero aquí hay un riesgo real de que
la norma se convierta en una herramienta para cualquier niño pueda
quejarse o llorar por la severidad de un padre. Estoy seguro de las
buenas intenciones, pero ya hemos visto en el pasado lo fácil que es
perder el control, cometer errores y traer a familiares inocentes al
tribunal”.
Philip Johnston, director adjunto del Telegraph interrogó en su columna:
“¿La indiferencia de los padres
para los resultados educativos de sus hijos es un acto de omisión que
constituye maltrato? Y ¿qué pasa con la obvia preferencia por un hijo
sobre otro? Ambas actitudes pueden causar un trauma psicológico o
resentimiento, ¿pero son criminales los padresy cómo podrían ser
probado? Es fácil ver el potencial de intrusión injustificada en la
vida familiar”.
De acuerdo con estadísticas de Action for Children son alrededor de
un millón y medio de niños británicos los que sufren de abandono. Pero
la ley no parece la mejor manera de superar la crisis de la
familia. Esta es la opinión de Jack Hart, miembro de la Freedom
Association, que hace campaña para la protección de la libertad personal
de la invasión del Estado:
“Es un paso más en el país que criminaliza a los padres”
Para Hart, si usted realmente quiere luchar contra la “conducta peligrosa” debería “apoyar a las familias y el trabajo en el campo de la educación.”
El diputado Nick Clegg, mientras la discusión para la aprobación del proyecto de ley, tuvo que precisar que
“no se puede gestionar lo que sucede en su sala de estar con una ley”.
Por tanto, el Estado debe intervenir sólo cuando
“el abuso mental y emocional es visible tanto como el físico.”
Como se puede reconocer con certeza es lo que queda por esclarecer.
De hecho, un proyecto de ley similar fue bloqueado en febrero del año
pasado por el Ministro de Justicia, Damian Green, ya que las reglas
existentes eran suficientes para resolver los casos de abuso y por
“la indefinibilidad del delito, no permite entender lo que es en esencia”.
Los mismos problemas, entonces se sucitan con la “Ley de la Cenicienta”, la cual sin embargo, parece contar con el apoyo de la mayoría de las fuerzas políticas.
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