Nacido en Itajaí – SC, el día 31 de julio de 1972. Su vida comenzó a
cambiar a partir del día 06/01/1983, cuando se encontró una pequeña
imagen Nuestra Señora Aparecida en el patio trasero de la casa.
El 12 de octubre de 1987, cuatro días después de su primera comunión,
a las 12am y 35 minutos, Eduardo y su hermana Eliete de 7 años, estaban
orando ante la imagen hallada de Nuestra Señora de Aparecida, cuando de
pronto una luz azul sale de las manos de la estatua y la luz ilumina
toda la habitación. Algo especial iba a pasar con este joven de 15 años.
En la tarde de febrero 12 de 1988, a las 18 horas en su habitación,
Eduardo primero ve a una chica en traje blanco, en su cintura una cinta
azul, en su brazo derecho un hermoso rosario brillaba transparente. Sus
cabellos eran negros como la noche, los ojos azules, su rostro brillaba
con una gran beleza.
Eduardo cuenta que tocó a la Madre de Jesús. Él dice que ella
es real, y que trasmite calor. En esa visión Eduardo puede ver que la
Virgen María estaba en una gruta y al lado, había muchas rosas, podo
contar 54 rosas. Mas adelante la Virgen le dijo que el número de estas
rosas eran secretos revelados.
Frente a los pies de la Virgen habia un pequeño arroyo donde
una serpiente apareció y quizo saltar del agua, y la Virgen María se
acercó y la pisó con uno de sus pies.
En esta aparición pidió que Eduardo fuera a Taquari, y que cuando
llegase le daría una señal de su presencia. En marzo 24 de 1988, la
Virgen se apareció a seis jóvenes en Taquari. En febrero 20, 1998,
Eduardo fue a Taquari. Una vez que Nuestra Señora se le apareció y le
dió una señal en el sol.
La segunda aparición de Nuestra Señora a Eduardo fue el 18 de
febrero de 1988. Las apariciones han continuado casi a diario hasta el 1
de enero 1996, cuando reveló que se aparecería los jueves y un día a la
semana sin fecha marcada.
Los Mensajes dictados a Eduardo superan los 8000, fuera de los
individuales. A petición de Nuestra Señora, Eduardo también dejó su
carrera profesional como enfermero, para dedicarse enteramente al plan
de salvación de María Santísima. Fue em el hospital que Jesús le había
dictado el primer mensaje de octubre 23 de 1995.
Desde mayo 13 de 1996, Eduardo ha recibido la comunión
mística del Arcángel Miguel en un total de 92 comuniones. Más de 206
personas recibieron de manos de Eduardo la Eucaristía. En una de sus
apariciones el Arcángel trajo sangrado la comunión. Este fenómeno se ha
registrado en una camara fotografica.
Eduardo también ha sido testigo de las apariciones de San José el
casto esposo de la Virgen María, los tres arcángeles Miguel, Gabriel y
Rafael, Ángel de la Paz, San Vicente de Paul, San Sebastián, Santa
Catarina Labouré, San Antonio, los Beatos Francisco y Jacinta (pastores
de Fátima), Santa Rita de Cassia, San Pío de Pietrelcina y de Santa
Paulina.
Desde 1989, se vienen manifestando sueños y visiones. Eduardo
es místico, tiene diversos carismas: como la profecía, curación,
sueños, visiones, bilocación, discernimiento de espíritus y otros.
Desde 1996, pequeñas señales han ido surgiendo en sus pies y en las
manos. En 2002, los dolores comienzan a ser más intensos y las marcas
mucho más visibles. En 2003 cuando completó 31 años, las heridas
empezaron a abrirse más y también sangraron mas. El Jueves Santo de
2004, la herida de la frente se abrió. Él ha vivido la flagelación del
jueves y el viernes y también en las fechas de la Virgen.
En junio 21, 2004, Eduardo experimentó la pasión de Nuestro Señor
Jesucristo en el camino de la Cruz en el Santuario de Nuestra Señora de
la Rosa Mística en São José dos Pinhais, donde hoy vive. En la tercera
estación lloró sangre y entró en éxtasis, sólo despertando en la
estación 14. Los fieles lo cargaron hasta la ultima estacion y cuentan
que su peso era de casi 100 kg. Un programa de televisión informó de
este fenómeno desde el principio.
El médico constató un fenómeno de cicatrizaciñon en las marcas de los
estigmas. Ninguna de las arterias, nervios o tejidos se dañan cuando
las heridas se abren.
Curas y laicos han tenido la gracia de presenciar el momento
en que las heridas empiezan a abrirse y sangrar. Fotos y filmaciones de
los momentos cuando las heridas están abiertas, nos muestran un poco del
sufrimiento que Jesús soportó en su pasión.
Cuando Nuestro Señor marca los estigmas en la carne de sus siervos,
el tiene la intención de reproducir en ellos los signos sangrientos de
su pasión.
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